¿Podríamos estar mejor? Pues seguramente. Pero siendo positivos, casi estamos divinamente.
Y estamos juntos, hay más sonrisas que caras largas y risas de las de a carcajada limpia. Estas son las pilas del espíritu. Sencillamente.
Tenemos tendencia a complicarnos la vida y mirando detenidamente, te das cuenta , que no merece la pena. Para qué tanto lío en la cabeza. Si lo que nos hace sonreir es muy sencillo, cositas pequeñas, risas a nuestro alrededor y besos inesperados.
Todos tenemos problemas, pues claro, pero debemos impulsarnos para buscar la salida, la solución. Un cambio a tiempo. Propósitos de mejorar, de hacer algo, de adaptarnos a las nuevas situaciones y afrontarlas con ilusión.
Y dar la mano a quien nos la ofrece, seguramente porque nos quiere.
Y mirar con la cabeza alta el futuro. Un nuevo día es una alegría y está feo desaprovecharlo con quejas, malos rollos y caras feas.
Todo está en nuestra mano, por lo menos, el intentarlo.
No dejemos pasar el tiempo sin sacarle partido, ó lo estaremos tirando nuevo. Y sería una lástima.
Y si quieres, puedes, propóntelo y verás. Si tienes dudas mira a los niños de tu alrededor . Ellos se proponen metas continuamente y se enfadan y luchan por conseguirlas. Pero el éxito alcanzado SIEMPRE, está acompañado de una inmensa sonrisa.
La vida, cada una, merece vivirla. Pero sin mancharla sólo con lo que querríamos tener y no conseguimos, sino con los colores que iluminan las pequeñas victorias, los buenos momentos y las grandes sonrisas.
Si te fijas, lo que te hace feliz, es algo pequeño, simple y diminuto, pero sirve para llenar de alegría un día completo.
Aprovecha cada minuto, son regalos.Y sonríe.