miércoles, 31 de agosto de 2016

RESUMIENDO

  Llega el final del verano, una semana para la vuelta al cole y hay que hacer balance.

En general ha sido un verano estupendo, todos más o menos , sanos. Mucha playa, muchos amigos, sin grandes sobresaltos. Tranquilo bendito verano.
Pero como no todo son alegrías en la casa del pobre, ha habido también crisis de actitud. Estamos creciendo y la realidad , a veces, no nos gusta. Con 9 años Alicia, ha tenido ataques de "ansiedad". Increible pero cierto. El poder de la cabeza, las vueltas que le da a todo y su negatividad hizo que entrara en bucle. Todo feo, sin querer comer, llorando como nunca. Y tuvimos que hacer terapia, de familia, de cariño, de atención.

Y descubres que su pequeño mundo era inestable. Por un lado quiere ser mayor, por otro , sólo necesita mimos , atención, positividad a su alrededor. Llegó a comportarse como nunca pero hemos ido reconduciendo su actitud y su forma de ver la vida. Con el paso de los días, ves esos momentos como algo pasajero, pero ahí está, hay que estar alerta en cada momento. Y el día de volver a clase será clave. La vuelta a la rutina, a no estar juntos tantas horas, a comer en el cole. Veremos.

Pero yo solo puedo dar las gracias por los bonitos días de verano, por las risas y los abrazos. Por los amigos antiguos, por los nuevos y por las personas que siempre están para ayudar, charlar, mimar y cuidar.

Y es en este punto dónde creo que estamos haciendo algo mal. Uno de los pilares fundamentales en lo referente a la educación de mis hijos es enseñarles a valorar lo que tienen, a ser agradecidos y en algo me estoy equivocando. 
Disfrutan, son niños felices , pero parece que no saben apreciar lo que se les ofrece y da.
 Y ayer, hablando con una querida amiga, vi que es un mal común. 
Así que vamos a tener que cambiar la estrategia.
Muchas veces digo que ni haciendo el pino puente consigo que estén satisfechos y contentos, que nunca es suficiente. Y aunque hay momentos maravillosos, tengo que fomentar en ellos el ser agradecidos, no conmigo, sino con la vida y quien les rodea.

A partir de ya ese va a ser mi objetivo, y creo que es mucho de terapia familiar, de hablar, de poner límites y sólo premiar cuando se debe , no por norma.

El refuerzo positivo se me fué de las manos quizás. Es que esto es complicadísimo. Pero el tiempo vuela y estamos poniendo la base. Cada uno tiene su carácter y sus necesidades pero vamos a medir hasta dónde y cuándo hay que dar.

Resumiendo: el verano ,genial. La vuelta al cole, complicada como cada año.  Los nuevos propósitos, en marcha. Niños felices y "asalvajados", moral óptima , padres agotados. 





GRACIAS YAYITOS, sin vuestra ayuda sería mucho más difícil.