Cuando trabajas los fines de semana, eres
madre y tus hijos practican algún deporte de equipo con su correspondiente
competición, llega un día que estarás en una encrucijada. Tus dos hijos juegan
a la misma hora, a juegos diferentes, en sitios diferentes y a uno de ellos no
puede ir ninguno de sus padres. O sí. Mi hija me lo pidió, era su primer
partido de este año, yo no suelo ir a sus entrenamientos y no lo dudé. Había
que hacer todo lo posible y lo imposible.
Sí. Conciliar es difícil y hay días que
dificilísimo. Seguramente podría irme mejor profesionalmente, ganar más dinero,
tener un mejor puesto. Pero yo decidí que la faceta favorita de mi vida era ser
madre y la que más satisfacciones me daba y más quebraderos de cabeza también.
Pero en la balanza que yo utilizo, estaba claro.
Me apasiona mi trabajo, pero mucho más estar
con mis retoños, aunque sea repasando sociales ó ayudándoles con las
matemáticas. Y he tenido la suerte de poderlo hacer, trabajar por la mañana y
el resto del día, dedicárselo a mi familia. Pero los sábados... siempre ha sido
el mejor día de la semana, laboralmente y a nivel familiar. Y tenía que volver
a elegir, pedir y conciliar.
En esta santa casa te lo ponen fácil,
gracias a Dios, pero ¿cuántos padres habrá que no lo tengan tan sencillo? Yo
elegí libremente, nadie me dijo si sería lo mejor para mí o no. Y no es
cuestión de género tampoco.
Mi jugador favorito me llama mamá.
Mis hijos practican fútbol y baloncesto
porque lo decidieron ellos y yo encantada. Hay muchísimos valores y actitudes
que se consiguen practicando deporte en equipo. Y les acompañamos y apoyamos
porque nos parece importante, porque, según mi hijo , “ es lo que más le gusta
en el mundo”. Y da igual si ganan, lo disfrutan y nosotros con ellos. Y si hay
que madrugar.. pues se madruga, si llueve uno se moja y si a los jugadores no
les importa, pues a sus fans tampoco. Porque ir protestando es muy feo. Todos
sabemos en qué consisten las competiciones cuando apuntamos a nuestros hijos.
Igual hay que plantearse ¿hasta dónde quieres involucrarte con ellos? Por
supuesto, nunca pensando que van a ser estrellas. Esto no funciona así. Los
valores que adquieren, la madurez, el compañerismo, la responsabilidad, el
ejercicio físico, ese es el fundamento. Lo bueno que venga después son regalos
pero el niño es el protagonista y para ellos, suele ser, su parcela favorita.
Así que , seamos consecuentes con nuestras
decisiones. ¿Nuestros hijos son lo más importante en nuestra vida? ¿Hacen
deporte porque les gusta a ellos?
Mi hijo se partió el húmero el año pasado, y
aunque no podo jugar durante seis semanas, no quiso faltar a ningún
entrenamiento y a ningún partido de su equipo. Y parecía una tortura, pero ya
bastante tenía con estar escayolado, inmovilizado y aburrido sin poder correr.
Sólo cabía la posibilidad de acompañarle, animarle en su lesión. Y sí,
podríamos estar haciendo otras cosas pero no hizo falta que dijera que él no
quería faltar. Su deporte favorito es lo que más le gusta hacer. Tenemos niños
deportistas, horarios imposibles pero ideas claras. Ellos son nuestra mejor
faceta. Y ni fácil ni perfecto. Complicado pero nos apoyamos en familia. Y no
es un sacrificio si se hace con ganas e ilusión. Si para ellos es importante, para
mí más porque soy la presidenta de su club de fans.
Hoy han ganado los dos con sus equipos de
fútbol y baloncesto. Hoy ganamos todos. Si no disfrutas con ellos te lo pierdes
para siempre, no vuelven a tener esta edad.
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