jueves, 14 de febrero de 2019

MI JUGADOR FAVORITO




Cuando trabajas los fines de semana, eres madre y tus hijos practican algún deporte de equipo con su correspondiente competición, llega un día que estarás en una encrucijada. Tus dos hijos juegan a la misma hora, a juegos diferentes, en sitios diferentes y a uno de ellos no puede ir ninguno de sus padres. O sí. Mi hija me lo pidió, era su primer partido de este año, yo no suelo ir a sus entrenamientos y no lo dudé. Había que hacer todo lo posible y lo imposible.
Sí. Conciliar es difícil y hay días que dificilísimo. Seguramente podría irme mejor profesionalmente, ganar más dinero, tener un mejor puesto. Pero yo decidí que la faceta favorita de mi vida era ser madre y la que más satisfacciones me daba y más quebraderos de cabeza también. Pero en la balanza que yo utilizo, estaba claro.
Me apasiona mi trabajo, pero mucho más estar con mis retoños, aunque sea repasando sociales ó ayudándoles con las matemáticas. Y he tenido la suerte de poderlo hacer, trabajar por la mañana y el resto del día, dedicárselo a mi familia. Pero los sábados... siempre ha sido el mejor día de la semana, laboralmente y a nivel familiar. Y tenía que volver a elegir, pedir y conciliar.
En esta santa casa te lo ponen fácil, gracias a Dios, pero ¿cuántos padres habrá que no lo tengan tan sencillo? Yo elegí libremente, nadie me dijo si sería lo mejor para mí o no. Y no es cuestión de género tampoco.

Mi jugador favorito me llama mamá.
Mis hijos practican fútbol y baloncesto porque lo decidieron ellos y yo encantada. Hay muchísimos valores y actitudes que se consiguen practicando deporte en equipo. Y les acompañamos y apoyamos porque nos parece importante, porque, según mi hijo , “ es lo que más le gusta en el mundo”. Y da igual si ganan, lo disfrutan y nosotros con ellos. Y si hay que madrugar.. pues se madruga, si llueve uno se moja y si a los jugadores no les importa, pues a sus fans tampoco. Porque ir protestando es muy feo. Todos sabemos en qué consisten las competiciones cuando apuntamos a nuestros hijos. Igual hay que plantearse ¿hasta dónde quieres involucrarte con ellos? Por supuesto, nunca pensando que van a ser estrellas. Esto no funciona así. Los valores que adquieren, la madurez, el compañerismo, la responsabilidad, el ejercicio físico, ese es el fundamento. Lo bueno que venga después son regalos pero el niño es el protagonista y para ellos, suele ser, su parcela favorita.
Así que , seamos consecuentes con nuestras decisiones. ¿Nuestros hijos son lo más importante en nuestra vida? ¿Hacen deporte porque les gusta a ellos?

Mi hijo se partió el húmero el año pasado, y aunque no podo jugar durante seis semanas, no quiso faltar a ningún entrenamiento y a ningún partido de su equipo. Y parecía una tortura, pero ya bastante tenía con estar escayolado, inmovilizado y aburrido sin poder correr. Sólo cabía la posibilidad de acompañarle, animarle en su lesión. Y sí, podríamos estar haciendo otras cosas pero no hizo falta que dijera que él no quería faltar. Su deporte favorito es lo que más le gusta hacer. Tenemos niños deportistas, horarios imposibles pero ideas claras. Ellos son nuestra mejor faceta. Y ni fácil ni perfecto. Complicado pero nos apoyamos en familia. Y no es un sacrificio si se hace con ganas e ilusión. Si para ellos es importante, para mí más porque soy la presidenta de su club de fans.

Hoy han ganado los dos con sus equipos de fútbol y baloncesto. Hoy ganamos todos. Si no disfrutas con ellos te lo pierdes para siempre, no vuelven a tener esta edad.

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