jueves, 14 de febrero de 2019


SEPTIEMBRE, LA EXPERIENCIA Y UN PROPÓSITO
        



Mes nuevo, septiembre. A mí me encanta estrenar, lo que sea.  Pero , este nuevo estreno da vértigo. Temporada nueva, cambios, nueva organización. Y, como en el cole, compañeros nuevos. Nuevos no, ya nos conocemos pero hay que trabajar en equipo por primera vez. Otro período de adaptación y yo sin mi paisaje de mar de fondo.
Aunque dicen que “la experiencia es un grado” , creo que la realidad no es así. Se necesita experiencia para todo, sobre todo, para trabajar, pero , realmente lo que vale es la capacidad de cada uno para adaptarse a nuevas situaciones. Y eso es lo complicado , realmente.
Cuando llevas muchos años trabajando en algo, crees, quizá equivocadamente, que la experiencia se valora. En algunos casos no, porque, en este mundo moderno, lo válido es saber ir al ritmo. Con lo cual, bailar acompasados, requiere práctica, adaptarse y paciencia e ilusión. He ahí el quid de la cuestión. Creo que creer en un proyecto es lo que nos hará desarrollarlo plenamente o lo mejor posible y dar lo mejor de nosotros, con experiencia o no. Y confiar. La confianza en personas, grupos proyectos no se regala, no te levantas una mañana confiando.
Y, en este mes que estrenamos, vamos a ilusionarnos, por salud mental, con proyectos nuevos, laborales y personales.
Como septiembre es el nuevo enero, me he apuntado al gimnasio, si, porque en invierno preferí ganchillear bajo mi mantita y , claro, tengo asuntitos pendientes. Ahora tengo que cuadrar mis horarios, los de mis hijos, los de las extraescolares, los de mi marido, los del gimnasio….El calendario de la puerta de la nevera va a llevar todos los colores del arcoíris. Todo muy fácil, que estoy en esa fase positiva que me dura hasta el día 10 de septiembre, luego entro en pánico.
Dicen los psicólogos, que se necesitan 21 días para hacer algo diariamente y que se convierta en hábito. Tengo 21 días de buenos propósitos por delante, confiando en mi poder de superación y paciencia. ¿Progresaré adecuadamente?  Me tengo que comprar una agenda porque no me caben los post-it en la puerta de la nevera.
En el chat de mis amigas favoritas, jugamos a las adivinanzas. –“¿A que no sabéis quién me ha dicho?” Para qué queremos más. Más nombres que en la lista de Lopetegui surgieron, y fotos. Y peinados imposibles que encontramos por la calle. No sé si es que somos muy clásicas o es que no somos tan atrevidas. Esas coletillas con el pelo rapado, por favor.
Otro propósito de septiembre, hacer algo con mis pelos. Un corte bonito y elegante, nada raro. En lesalonmadrid te aconsejan para que te veas guapo, te asesoran dependiendo de tus gustos pero quizás hayan tenido que vérselas con una petición sorprendente. Gracias a Dios, todavía no celebramos en España el día de “los peinados locos” como en EEUU. Allí tienen un día para dar rienda suelta a su imaginación y es alucinante. Yo, bastante hago , con hacerle trenzas a mi hija. Que no vean mis niños esto que me veo comprando gomina, a tamaño industrial, para los próximos carnavales.

Entonces, para septiembre, gimnasio, agenda, 21 días de hacer las cosas bien, pensar en positivo para que me salgan las cosas bien, confiar en mí misma para convencerme de que puedo, calendario gigante en la nevera para ver horarios imposibles, ilusionarme para hacer que me experiencia sea un punto a favor, no dejar que los grupos de whatsApp de padres acaben con mi ánimo y mi motivación.
Tengo confianza, yo puedo, 21 días.
Y en cuanto al lío del cambio horario, ¿dónde puedo votar el horario que quiero?
En mi calendario de las emociones pone Agosto ,euforia, septiembre, asombro.
Septiembre lleno de sorpresas. No me las quiero perder, por si acaso.








DIVERTIDÍSIMAS Y MODERNAS





Hay madres de todo tipo. Superprotectoras, cómplices, posesivas, sanas..
Ya os he hablado de mi madre, guapa y estupenda, super madre. Y, además tiene WhatsApp. Menudo invento. Antes, mi madre y yo hablábamos por teléfono todos los días. Incluso varias veces al día. Ahora whatsappeamos, mucho, varias veces al día también, para casi todo. Claro que , mientras ella está “ escribiendo”, yo ya le he contestado a lo anterior y he cambiado de tema y le he hecho otra pregunta, y entonces ella me contesta a lo anterior , total, que son conversaciones, que si las pilla otro, no creo que pueda coger bien el hilo.
Pero se nos da divínamente. Mi padre es más de facebook. Así está conectado con sus amigos, que ponen muchas fotos, y está al día de la vida de todos.¿por whatsApp? Menos, fotos varias y muchos besos, eso sí, besos a mogollón.
Y mi madre ha descubierto los estados del whatsApp . Ahora sólo quiere fotos nuestras para ponerlas en su estado. Nos encanta, la verdad, porque siempre son mensajes positivos y de cariño. Si hace dos días escribíamos cartas. Ahora no concebimos viajar sin móvil, y avisar de nuestros movimientos. Como ha cambiado todo, en poco tiempo, que no hace tanto, no vayamos de modernos. Por eso, y por el encanto que tiene, a mis hijos les hace ilusión escribir postales a los abuelos cuando vamos de viaje, y buscar un buzón, echar la postal y esperar a que les llegue. Y como la paciencia no es el don del siglo XXI, llaman a la abuela para asegurarse de que mire el buzón todos los días. Si viajaran en el tiempo 20 años atrás, no sobrevivirían por impacientes.

Y en este mundo loco nuestro, yo creo que soy de esas madres,  que intenta aprender para estar un poco más al día que el adolescente de casa. Unas veces se consigue y otras, ves que ellos han nacido con un chip diferente.

En el chat de mis chicas favoritas, la mayoría somos madres y las que no, son las mejores tías que podían tener nuestros hijos. Y tenemos niños, de todas las edades, con lo que estamos liadísimas, pero conectadas cada día más. Creo que lo hacemos por salud mental. Tenemos conversaciones que sólo entenderíamos nosotras, y a veces, se convierten en locuras transitorias. Pero si Cris responde a cada una en concreto, podemos estar tranquilas. Ayer supimos que nuestras madres son muy fans nuestras, nosotras fans de Cris y todas fans de todas. Ya lo escribimos con hastag y todo, en plan, #fansvuestra, #fansdeMeryDancer. Porque Mery tiene hasta un GIF. Impresionante. Emoticonos de caritas riendo a carcajadas hasta aburrir.
Emoticonos, somos hasta capaces de entendernos por muñequitos. Increible pero cierto. Y mientras hacemos la cena, incluso. Blanca se lo estaría pasando bomba con nosotras.
 Por supuesto, somos mujeres de nuestro tiempo y, cómo no, teníamos que probar, la video llamada por whatsApp con varios participantes. Un inventazo. Aunque creemos que hay que convencer al señor WhatsApp para que se puedan añadir a más de tres, porque tenemos que hacer turnos.Es lo más divertido que hemos hecho en este grupo. La próxima vez, lo mejoraremos. Nuestros niños pasaban de fondo, participaban enseñándo sus disfraces y acrobacias...Conclusión: según Javier, 8 años, somos divertidísimas y muy modernas. Alicia fué corriendo a probarlo con sus amigas y Sergio preguntó, al día siguiente, si podía llamar a las amigas. Creo que estar tan unidas aunque no coincidamos físicamente, nos ayuda a desahogarnos, a ser cómplices, compañeras y cuidarnos. Y nos despierta el ingenio.
Para mí lo de divertidísimas y modernas me parece una definición perfecta.



BOCADILLOS A LO LOCO


He vuelto, como dice El Barrio. Sin anestesia. A Cesar Lumbreras se le ha hecho larguísima mi ausencia, porque dice que he estado 2 meses de vacaciones. Nada más lejos de la realidad.
Tenemos la gran suerte de tener a los yayos en casa, para ayudarnos, cuidarnos, mimarnos...Benditos abuelos. Y, como está la yaya, cuando llego a casa huele a rico, a mi comida de la infancia, olores de cocina hecha con cariño. El olor que evoca momentos de hace tiempo. Olor a “su cocina” , no a la mía. Y todo está mejor organizafo aunque seamos más en casa. Eso sólo es capaz de hacerlo una madre como la mía. Impresionante. Y lo hace cantando. Tener suerte es poco.
Siendo tantos, era inevitable demostrar que en la variedad está el gusto. A la hora de cenar la opción era un bocadillo, un montadito, cada uno de lo que quisiera. Javier eligió de boquerones en vinagre, que no es lo que elegiría un niño pequeño como su bocata favorito. El problema es que no se podía poner las aceitunas dentro del bocata, con los boquerones, porque tenían hueso.   Tuvo que ser con aceitunas aparte. Y así, el jamón con tomate, las anchoas y por supuesto, los boquerones en vinagre, se encumbraron como nuestros bocadillos favoritos.
Y el vuestro ¿ cuál es?
En mi grupo de amigas, guapas y sanas, vegetal, pollo con lechuga y tomate, jamoncito del bueno, ó gulas con alioli y el de calamares, muy castizo, pero para comerlo en donde sepas que lo hacen para chuparse los dedos. Y surgió la locura cuando, la prima de una de ellas, comía bocadillo de “Nocilla con chorizo” . No. Como riquísimo no, original, tampoco porque, por lo visto, no era la única. ¿En serio? Dónde quedaron aquellos bocadillos de nuestras meriendas, de pequeños. Mantequilla con azucar, pan con chocolate, chorizo de Pamplona.
Y mirando en google, van los holandeses y se ponen un croquetón gigante entre pan y pan. Si al menos fueran croquetas de jamón caseras... Imaginaros la cantidad de bocadillos disparatados que surgieron en el chat. Prometí que probaría el de nocilla con chorizo, pero no me sentí capaz, no tenía tanta hambre. Bocadillos,tantos como personas. Es lo bueno que tiene el pan, hasta garbazos de cocido a falta de otra cosa en la nevera. Juventud, hambre posfiesta y valor son los impulsores de disparatados bocatas.
En mi reentré, volvió a surgir la pregunta estival típica ¿cuál es la canción del verano? Creo que , si tienes pueblo, y vas allí de vacaciones, la canción del verano es la que más gracia te haya hecho bailando con tus amigos en las fiestas, tipo “Paquito el Chocolatero”, favorita del señor Lumbreras, ó la “Amapola”, que canta mi querida Toñi en cuanto nos descuidamos. Pero, como somos muy modernas y estamos a la última, creemos que es “Ya no quiero ná” ¿verdad @pcisneroscope? Y nos encantaría aprendernos el baile de Lola Índigo, y que nos saliera bien, no pasable ni gracioso. Deberíamos ir a clases de baile, pero al aire libre, sin espejos. Como lo de hacer zumba en la playa. Me estoy planteando coger a mi hija Alicia, salerosa y muy de bailar, que seguro que le sale el baile divino, y que nos enseñe, con altavoz en ristre, a movernos dignamente al ritmo de los bailes urbanos. Ya hemos demostrado que la música de los 80 y 90 la bailamos genial. El que tuvo, retuvo
¿Quién se apunta? Y luego nos tomamos un montadito disparatado para reponer fuerzas. ¿Cuál es tu bocata favorito?
Preguntas existenciales, #CosasDeRadioPatio.




COSAS DE RADIO PATIO:  DÍ GRACIAS, POR FAVOR

“De bien nacido es ser agradecido”. Como lema. Un simple gracias, dicho sinceramente, puede ser signo de respeto y educación.
En la última reunión de la clase de mí hija, sexto de primaria, niños de 11 años, la profesora comenzó con una frase aplastante: “Para mí es más importante el respeto, la convivencia y la educación que los propios conocimientos” Y estuve a punto de levantarme a aplaudir con ovación incluida.   Nos contó, que hay días, al entrar en clase y decir “buenos días”, de 24 niños, solo contestan la mitad. Yo no daba crédito.
Exigimos que los profesores sean respetuosos, atentos con nuestros hijos, pacientes, además de súper profesionales, incluso les presionamos con exigencias…y nos olvidamos de lo que tenemos que enseñar en casa. Normas básicas de educación. ¿Tan difícil es? ¿En qué parte del camino como padres, se nos olvidó lo fundamental?
Y en el autobús, de 12 personas que subimos ayer, sólo 4 dijimos” buenas tardes” al conductor. ¡Por favor, que es quién os va a llevar!
Enseñando a nuestros hijos a decir “por favor”, “gracias”, “perdón” no solo les estamos enseñando normas de respeto, educación básica. También les ayudamos a empatizar, a sociabilizar. La convivencia y la empatía son un pilar importante en nuestro crecimiento.
A mí me da muchísima rabia cruzarme con alguien por un pasillo de la empresa y que no diga ni buenos días, nada. Y pienso, “pobrecillo, no debe tener muchos amigos, siendo así de antipático…” Y no confundamos el no saludar con la timidez. Que nadie se esconda detrás de esa excusa.
Y si al gracias le acompañas de una sonrisa, es inteligencia intuitiva, una manera de reciprocidad. No hace falta ser el más cariñoso, ni el más simpático pero si hace falta educación y respeto. Y si lo inculcamos como valor fundamental en nuestros pequeños, es casi imposible, que se les olvide, de mayores, dar las gracias o pedir las cosa por favor. Las palabras mágicas, acompañadas de simples gestos nos convierten en mejores personas.
Y en el chat de mis amigas favoritas hay una fecha en rojo en el calendario y no es mi cumpleaños, que podría ser perfectamente, ni el año Nuevo, ni la llegada de los Magos de Oriente. Es el día que nos juntaremos a cenar y nos faltarán horas para contarnos y, esta vez sí, terminaremos bailando. Porque a educadas, simpáticas y animadas no nos ganan.
La importancia del saludo llega a su máxima expresión en este video que os dejo. Pincha aquí.  Jude, a la hora de irse del festival donde estaba con sus padres, decide despedirse, le sale naturalmente.
Gracias por leer con cariño y utilizad las “palabras mágicas”, por favor



    OLIVER, NUESTRO OLIVO
      


Mi abuela materna, Cinta, era aragonesa, de Caspe, pero vivió en Alcañiz, provincia de Teruel. Teruel existe y nosotros pasamos nuestros mejores veranos de la infancia, allí. Ahora vamos, cuando podemos, a ver a grandes amigos que viven allí. Es lo más parecido a nuestro pueblo. Porque, según mi hija, necesitamos un pueblo. Somos demasiado urbanitas, así que, en Alcañiz,  disfrutamos del campo, de las huertas de los amigos, y de la vida en un pueblo grande, donde parece conocerse todo el mundo. Todo lo contrario de lo que pasa en Madrid.
Pero hay pueblos en Teruel, como en el resto de España, que parecen a punto de desaparecer. El trabajo en zonas rurales es escaso, lo jóvenes se van a grandes ciudades. Y Oliete era uno de ellos.
Fenicios, iberos y romanos plantaron allí olivos, ahora milenarios, por la calidad de su tierra. Pero llevan años abandonados, sin cuidados terminarán desapareciendo por plagas, sequías ó los “chitos”, ramajes que nacen en la base del tronco, roban sus recursos e impiden que crezcan normalmente. Unos chupones.
Y de la iniciativa social, de la buena voluntad y el emprendimiento por mejorar su pueblo, surge APADRINA UN OLIVO. Con ayudas voluntarias, padrinos de cualquier rincón, recuperan el campo de Oliete, sus olivos y su pueblo vuelve a tener vida y trabajo.


Como mis suegros se conocieron recogiendo aceituna en los campos de Jaen, como nos encanta el aceite, como con Agropopular aprendo del campo todos los sábados, tengo una lista de canciones al olivo y necesitamos un pueblo, hemos apadrinado un olivo. Sí, el 3126, y podemos visitarlo, ayudamos a que no desaparezca y, una vez al año, nos mandan aceite de esos campos.
Y, después de un cónclave familiar, le hemos puesto nombre, Nuestro olivo se llama Oliver. Sin más vueltas ni explicaciones.
Los niños quieren organizar un viaje para conocerlo en persona, el padre dice que ya sólo me falta escribir un libro, y yo estoy encantada de haberles sorprendido con esto. Aunque ya los tengo acostumbrados, porque, el año pasado, apadrinamos un pingüino de la Antártida con la Campaña Antártica, se llama Vaina, y tenemos su foto y nuestro diploma de compromiso para cuidar el medio ambiente.
-“Mamá, lo siguiente, es adoptar un perrito abandonado.” Esto va a requerir mucho más que un cónclave y una sorpresa. Dos a favor y dos en contra. Niños contra padres. Mucha tela que cortar.
Ah! En el chat de mis amigas favoritas, hay paisajes que nos evocan momentos soñados, viajes en barco, conciertos para adolescentes, una estrella de la televisión, próximos cumpleaños y santos y, lo más importante de todo, una fecha. El día que vamos a juntarnos. Ya puede venir el otoño con 30 grados, que esa reunión de amigas, va a ser de lo mejor de esta nueva estación.